Cayendo en desgracia
Dicen que un ministro, de los que ocupan puestos de privilegio desde el gobierno anterior, habría externado a su círculo de confianza que teme estar cayendo en desgracia en la Casona, pues ahora ya no lo toman en cuenta como antes y cuando habría pedido hablar con el mero mero, le han puesto peros "de agenda" algo que nunca le habría ocurrido. Ante esto, dicen, el señor habría retomado aquello de que en la institución que dirige hay "movimientos de descontentos" y que solo él sabría como aplacarlos, en un nuevo intento de mantenerse vigente. La estrategia ya la habría usado antes. ¿Quién sería el funcionario?
¿Compadre hablado?
Cuentan, pero a nosotros mejor que nos registren, que se estarían dando nuevas "concesiones" del gobierno para con los "jovencitos violentos incomprendidos", entre las que se incluirían nuevos traslados de cabecillas desde Zacatraz a penales comunes y sostendrían que serían parte de los acuerdos alcanzados para que bajen los índices de asesinatos (¡cabal, lo que han propuesto las pandillas!). ¿Qué habrá de cierto en esto?
¿A corregir la plana?
¿Será verdad que algunos emisarios de los patrocinadores del Sur habrían llegado con la instrucción de que "el oficialismo debe endurecer mensajes", para estar en más concordancia con la línea del Socialismo del Siglo XXI y por eso es que en el congreso, los dirigentes han vuelto a salir con los tacos arriba.
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