¿Se le acaba la cuota?
Dicen que un ministro, de los que vienen del gobierno del cambio, cada día tendría menos credibilidad ante el mero mero y, aunque en público lo habría defendido en alguna ocasión, cada vez es menos irrelevante en la toma de decisiones de alto nivel. Y por si esto fuera poco, cuentan que sus subalternos, a quienes promovió sorpresivamente a finales de año tras marginar a sus leales, le estarían presionando exigiéndole mayores protagonismos en el ministerio que preside. Los críticos sostienen que ya le pasaron sus años de fama y hasta se atreven a decir que no terminaría su gestión. ¿Adivinen quién es?
Escándalo personal
Cuentan que otra cosa que estaría incidiendo es una serie de escándalos personales que habría tenido, algunos en público, que han trascendido hasta la Casona. Cuentan que habría uno, ocurrido en Occidente, en el que se armó un zafarrancho en un restaurante en el que hasta tuvo que intervenir su nutrida seguridad personal para calmar a alguien que destilaba furia (dicen que serían de esos líos propios de "caballeros"). ¿Será?
Naranjada espumosa
Dicen que en el partido naranja habrían grandes luchas de poder y hasta se habla de bandos: uno reducido que estaría a favor de un diputado que sueña con ser el mandamás y, por supuesto, los que están en contra (que dicen es la mayoría). Así las cosas, el diputado, de los más mediáticos, ni le dirigiría la palabra al macizo del partido. ¿Será?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario