Pleito por la Corte
Dicen que el oficialismo y sus eternos aliados (¡cabal!, los naranja) tendrían un gran rollo porque ambos partidos quieren tener la presidencia de la Corte de Cuentas y por ello se habrían enfrascado en sendas discusiones, de las que van y vienen y no llegan a nada. El partido, cuentan, tiene a su elegido, un hombre de confianza, "independiente", por el que están exigiéndole a sus compadres que les den el apoyo para llegar a los 43 votos. ¿Será?
¿Hombre de hojalata?
Y a propósito, se cuenta que los naranjas estarían necios en que el próximo presidente de la Corte de Cuentas sea un personaje conocido, que ya ocupó ese cargo y a quien de cariño de llaman el Hombre de hojalata. ¿Quién será el susodicho?
Le dicen el afligido
Dicen que un diputado, próximo a asumir un mejor puesto en la directiva de la Asamblea, andaría preocupado porque teme que, más temprano que tarde, le cuenten las costillas los de Probidad y le saquen algún trapito sucio y esto afecte "su buen nombre y su intachable reputación". Por eso, dicen, habría estado intentando buscar acercamientos en la Corte Suprema, pero le habrían sido infructuosos. Su aflicción es tal que incluso ha buscado a otros diputados de oposición para que le ayuden, pero nadie se echa ese trompo a la uña. ¿Qué será lo que le aflige al diputado y, por cierto, quién es el diputado
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